Era aristócrata, rica, muy guapa y elegante, frívola e irascible. Enamoró a Luis napoleón Bonaparte y se convirtió en emperatriz de Francia. Tuvo una vida convulsa con aciertos –apoyó las investigaciones de Louis Pasteur–, errores y tragedias. Eugenia de Montijo fue dueña de varias de las joyas robadas en el Louvre. Murió en Madrid, en el palacio del duque de Alba, su cuñado, hace más de un siglo.

<p>Era arist&oacute;crata, rica, muy guapa y elegante, fr&iacute;vola e irascible. Enamor&oacute; a Luis napole&oacute;n Bonaparte y se convirti&oacute; en emperatriz de Francia. Tuvo una vida convulsa con aciertos &ndash;apoy&oacute; las investigaciones de Louis Pasteur&ndash;, errores y tragedias.&nbsp;Eugenia de Montijo fue due&ntilde;a de varias de las joyas robadas en el Louvre.&nbsp;Muri&oacute; en Madrid, en el palacio del duque de Alba, su cu&ntilde;ado, hace m&aacute;s de un siglo.</p>

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