Sálvame se despide este viernes de la televisión, aunque es líder de su franja horaria. Telecinco ha decidido terminar con un programa que llevaba en su parrilla 14 años y que ha cambiado la prensa del corazón. Su formato fue inventándose en tiempo real. Era barato, innovador y más inteligente de lo que podía parecer a primera vista. Aunque también explotó lo peor del entretenimiento.
Conversamos con Natalia Marcos y Eva Güimil, compañeras de EL PAÍS que escriben en la sección de televisión sobre lo mejor y lo peor de un programa que, lo que está fuera de debate, supo cómo enganchar a millones de espectadores durante años.