Cristina Kirchner ya cumple prisión domiciliaria tras ser condenada a seis años por adjudicar de manera irregular hasta medio centenar de obras públicas a un empresario muy cercano a su familia. Además de presa, la ex presidenta argentina ha quedado inhabilitada de por vida para la política, lo que abre un debate sobre la sucesión en el peronismo, y más concretamente en el kirchnerismo, sobre quién debería sucederla. Sin un candidato claro a la vista, Javier Milei, hoy presidente argentino y azote de la ex mandataria, guarda un estratégico silencio.
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