El pasado lunes 29 de septiembre, Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, se volvió a poner en primer plano una realidad incómoda: cada año se tiran en la Unión Europea unos 60 millones de toneladas de comida, el equivalente a 132 kilos por persona, de los que más de la mitad proceden de los hogares.
Durante el pasado mes el Parlamento Europeo ya ha aprobado un objetivo claro: recortar en un 30 % el desperdicio de alimentos de aquí a 2030, tanto en supermercados y restaurantes como en las propias casas. Para llegar a esa meta, las administraciones insisten en la fuerza de los pequeños gestos diarios, como planificar menús y compras, revisar la despensa, conservar los alimentos correctamente o aprovechar las sobras en restaurantes, algo al alcance de todos pero que se enfrenta a un gran reto: cambiar una manera de vivir marcada por el consumismo y la comodidad.
Sobre este tema nos hablan Constanza María Tirado Reyes, Francisco Martínez Claus y Almudena Villegas.
Edita Rafael González.