En julio de 1947 una aeronave no identificada se estrelló a las afueras del Rancho Foster, a unos 70 kilómetros de la base aérea de Roswell. Fragmentos de aquel vehículo fueron recogidos por William MacBrazel, un granjero local, y llevados a las oficinas del sheriff de la ciudad, despertando el inmediato interés de los militares. Ahí empezó el lío. Javier Sierra, autor de “Roswell, secreto de Estado”, en una reedición muy actualizada, ha seguido durante años todas las pistas, incluidas las contradicciones y tergiversaciones, tras el "caso Roswell" que, sin duda, esconde uno de los accidentes más secretos, extraños y ocultados de la reciente historia de los Estados Unidos. El Área 51 quedó vinculada a este caso cuando el ingeniero Bob Lazar afirmó haber trabajado en esta zona de Nevada y que algunas empresas estadounidenses se estaban beneficiando de la tecnología alienígena capturada. Para colmo, en 1995 se emitió un video de la presunta autopsia a un cadáver extraterrestre perteneciente a uno de los supuestos pilotos del OVNI de Roswell. ¿Cuánto hay de mentira, de ocultación y de realidad en todo esto? Martín Sierra, por su parte, nos contará su experiencia personal cuando visitó Nuevo México y accedió a este lugar que, en la actualidad, se ha convertido en un museo demasiado turístico y hasta rocambolesco.