La nao Victoria atraviesa tempestades en su singladura, hasta llegar al también conocido como Cabo de las Tormentas. Hasta nueve semanas deben esperar frente a la costa a que rolen los vientos y sean favorables. Vuelve el hambre y vuelve la muerte a la tripulación, que trata de convencer a Elcano para que tomen rumbo a Mozambique y se entreguen a los portugueses.