Comandada por el capitán Serrano, la carabela Santiago es enviada a reconocer la costa más al sur del Puerto de San Julián. Después de casi una semana de exploración, la nave es atrapada por un temporal que la arroja contra los escollos, destrozándola.
El incidente mina la moral de las tripulaciones del resto de embarcaciones y caldea aún más el ánimo de quienes cuestionan la autoridad de Magallanes.