Hace una semana, una DANA devastó la Comunitat Valenciana, provocando inundaciones y dejando zonas completamente anegadas. El 29 de octubre, las lluvias torrenciales alcanzaron hasta 300 litros por metro cuadrado, afectando gravemente infraestructuras y viviendas. A pesar de las advertencias emitidas por la AEMET, la magnitud de la catástrofe fue inesperada. Entre los daños más significativos estuvo el desbordamiento del barranco del Poyo, que inundó la comarca de l’Horta Sud y dejó a decenas de personas atrapadas.
La gestión de la crisis ha generado tensiones entre la Generalitat y el Gobierno central. Carlos Mazón, presidente valenciano, acusó a la Confederación Hidrográfica del Júcar de desactivar alertas, lo que, según él, retrasó la notificación de emergencia. La CHJ negó responsabilidad en las alertas públicas, afirmando que su rol es solo monitorear caudales. El Gobierno declaró que la primera alerta fue emitida al mediodía.
Actualmente, siguen las labores de limpieza, búsqueda de desaparecidos y apoyo a los afectados. Mazón ha pedido un paquete de ayudas al Gobierno central y ha anunciado ayudas directas de 6.000 euros a familias afectadas.
Producción: Daniel Relova
Realización: Susana León Garabatos