Lo que mata la creatividad es dar respuestas y, a su vez, la creatividad se genera haciendo preguntas. Cuando das respuestas se cierra la comunicación, das una indicación con un principio y un fin que no deja espacio a que la otra persona piense, desarrolle y llegue a una conclusión por sus propios medios.
El mundo se ha acomodado buscando respuestas del tipo: "Los 7 pasos para conseguir la felicidad". El científico Albert Einstein (o, como lo llama El Buscalocos: "Beto Einstein") le dedicaba más tiempo a formular la pregunta correcta que a buscar una respuesta precisa. Por lo que lo más importante es encontrar la pregunta del millón. Las "preguntas del millón" empiezan con un "cómo" pues son las que llevan a preguntarnos por nuevas formas de hacer las cosas.
En el Kamasutra de la Innovación te proponemos dar una patada al sistema educativo que premia una respuesta. No hay que ser un sabelotodo, no necesitas un título, sino una pregunta.