Cuando estamos poniendo sobre la mesa un proyecto, ya sea personal o empresarias, tenemos que pensar quienes están contigo en este proyecto, qué aporta cada uno y si valdría la pena invitar a alguien más. Muchas veces los proyectos que tenemos en mente son individuales, pero si los compartimos y lo hacemos colectivo, seguramente ganemos mucho más.
En otro episodio hablamos de que las lluvias de ideas no sirven para mucho y, El Buscalocos, nos plantea cambiarlas por orgías de ideas. Pero, ¿qué diferencia hay entre una orgía de ideas y una lluvia? En este episodio lo descubrimos y aprendemos por qué es importante poder compartir con otros lo que nos pasa por nuestra cabeza aunque luego uno no sepa de quién es el niño.