El reconocido hipnotizador, coach, host, presentador de televisión; quien triunfo en toda Latinoamérica, Italia, España, EE.UU y logró internacionalmente el record de hipnotizar a casi 1000 personas en un mismo momento, logrando el respeto y admiración de toda América Latina y Estados Unidos; abrió su corazón en Íntimamente con Alejandra Rubio y habló de su vida, su infancia, las veces que estuvo al borde de la muerte y como en la actualidad está generando contenido para el mundo, desde su canal de YouTube, haciendo regresiones con celebridades: “Se llama Rewind Hipnótico y es una serie de entrevistas a distintas celebridades. La primera ya está disponible  en mi canal de YouTube y fue con Roberto Peña y según recordó fue un rey medieval. Las regresiones es algo que hago hace mucho tiempo. Soy hipnotizador, segunda generación. Hago regresiones con hipnosis, pero no curo. Eso solamente lo hago con especialistas de salud mental. Es algo que respeto mucho y que hay que hacer con mucho cuidado. Puede ser que luego de las regresiones sanen miedos, fobias o traumas, pero no es mi fin. Para hacerlo recurro a especialistas que me asistan. Eso debe ir de la mano de un psicoterapeuta al que yo puedo asistir y ayudar.” Aseguró el hijo del legendario hipnotizador TUSAM, quien con solo 52 años, ya lleva 43 de carrera artística y más de 30 años de reconocimiento internacional.

Leo TUSAM, comenzó su carrera siendo un niño. Empezó a mostrar sus habilidades en televisión a los 9 años, a los 10  comenzó a viajar por toda Latinoamérica y realizó presentaciones en diferentes medios junto a su padre. A los 11 debutó en el Teatro Casino de Punta del Este en el show que hacía su papá. A los 14 años debutó con su propio show. A los 16 comenzó a dar conferencias nacionales e internacionales y a los 18 se lanzó solo a dar conferencias en el mundo: “Comencé desde muy chico junto a mis padres, mientras ellos desarrollaban su trabajo en los medios de comunicación y teatros en varios países de Latinoamérica, Europa y Asia. Se cumplieron ya 75 años que mi padre creo el método TUSAM, que son las siglas de Técnica, Unción, Sabiduría, Amor y Mística, legado que yo sigo. Estoy haciendo muchas cosas para Argentina y varios países del mundo. Desde mi canal de YouTube TUSAMOK estoy realizando una serie de entrevistas con famosos basadas en regresión mental con hipnosis, llamadas Rewind Hipnótico, que me tiene muy entusiasmado. La primera, que ya está disponible la hicimos con Roberto Peña y fue muy interesante porque recordó vidas pasadas. Fue muy fuerte para todos los que estábamos ahí. No solo para mí, sino también para Roberto y mi equipo de producción. Según recordó fue un rey medieval, porque se vio a él, escudos y comida. Luego se vio en un lugar muy raro, donde había símbolos y según lo describió el mismo: ‘Muy flashero’. Las regresiones es algo que hago hace mucho tiempo. Soy hipnotizador, segunda generación, lo hago en el formato entretenimiento, hago regresiones con hipnosis, pero no curo. Eso solamente lo hago con especialistas de salud mental. Es algo que respeto mucho y hay que hacer con mucho cuidado. Este año lo hago para mi canal, son regresiones hipnóticas con celebridades. Es entretenimiento. Demostrar que se puede hacer y hacerlo con total seriedad y respeto hacia la persona. Puede ser que luego de las regresiones sanen miedos, fobias o traumas, pero no es la idea. Para hacerlo recurro a especialistas que me asistan. Para eso deben ir de la mano de un psicoterapeuta al que yo puedo asistir y ayudar. A raíz de esto escribí mi primer libro. El primer libro de ‘Los TUSAM’. Es de hipnosis, ‘Hipnosis, desbloqueando sus orígenes, teoría y realidad’, que es un libro explicado de manera sencilla la hipnosis, con ejercicios de auto hipnosis para practicar. Intenta ser el manual definitivo de la hipnosis, porque lo explico muy sencillo, pero con datos sencillos y a fondo. Desmitificar la hipnosis y contar que los beneficios son muchos más grandes de lo que se cree. Además ahora, en honor a mi padre, estoy haciendo un libro de fotos de los TUSAM de los años 40 hasta la actualidad. Mis viejos para que les creyeran lo que hacían, vivían sacándose fotos. Sin querer fueron documentalistas de su propio trabajo y yo tengo todo ese material. Fotos de Argentina y del mundo. Yo con mis padres recorrí 21 países y 18 países fui a trabajar solo, desde hace más de 30 años. Lo más impresionante es que no íbamos o voy a las colonias latinas, sino al público local, local. El ganar ese público y el respeto internacional es algo maravilloso y por lo que trabajé mucho.” Relató el hipnotizador.

 Leonardo del Pozo Calandra, más conocido como Leonardo TUSAM, es hipnotizador e hijo de Juan José del Pozo "TUSAM" y María del Carmen Calandra. Nació el 3 de agosto de 1973. Desde muy pequeño, trabajó junto a su padre. Heredó de él la pasión por las pruebas extremas y el llevar su cuerpo al límite para sus shows. Así cuenta él mismo su propia historia: “Los cálculos dan que mi comienzo a la vida, el comienzo del embarazo, fue en Punta del Este. Fue el primer año que fueron a trabajar allá en el verano del 72. Yo nací en agosto y calculan que mi mamá se embarazó en noviembre ahí. Para ellos fue una gran alegría y me esperaron súper activos. Mi mamá con la panza empezó a trabajar en la revista ‘Escándalos’, donde trabajaba Nélida Lobato y Zulma Faiad. Esa legendaria revista con el cartel giratorio por la pelea de cartel de ellas. Fue un escándalo y Alejandro Romay estaba desesperado, no se ponían de acuerdo y él no sabía qué hacer. Entonces, mi papá le dio la idea de hacer un cartel giratorio, teniendo los nombres y apellidos separados; entonces podía leerse Zulma Lobato, Nélida Faiad y todo solucionado. En esa revista estaba Darío Vittori, Heber Lobato era el director y mis padres el número de atracción y yo en la panza jajaja. Era la temporada de oro del teatro, las temporadas eran larguísimas. Imagínate que eran temporadas tan largas que mi mamá entro embarazada, dio a luz, volvió a trabajar y toda mi etapa de bebé la viví en esos camarines. No trabajé ahí, pero puedo decir que pase todo el embarazo de mi mamá y mis primeros meses de vida en esa revista tan emblemática para nuestro país. De muy chico comencé a hacer cosas que otros chicos de mi edad no hacían. Cuando mi padre vio que yo tenía cierta habilidad, él ya sabía de qué se trataba y me potenció. En mi casa familiar tenemos una piscina muy grande con un ojo de buey, y yo con mis amigos jugaba a ver de qué manera nos tirábamos, cómo nadábamos y a ver quién aguantaba más tiempo abajo del agua la respiración, entonces, mi viejo observó eso, y me potenció.” Recordó el artista.

Leo estuvo en varias oportunidades al borde de la muerte y en la primera en público surgió la famosa frase “Puede Fallar”, y asi lo recuerda: “Fue cuando hice lo del tanque de agua en Finalísima por Canal 9. Tomé la última bocanada de aire, me sumergí en el tanque, hasta que un momento dije: ‘Hasta acá’ y empecé a martillar muy fuerte. Me puse nervioso, aspiré fuerte y se me llenaron todos los pulmones de agua. Ahí rompieron el tanque, me llevaron al Hospital Fernández, con un pulmotor me sacaron el agua de los pulmones… Y ahí nació el puede fallar, que después se viralizó hasta el día de hoy. Yo tenía 16 años y fue muy duro. Después lo volví a hacer y estuve 6 minutos 19 segundos, pero más allá que estaba la producción preparada para una urgencia, realmente podía fallar. Ultimábamos siempre los detalles por si no salían las cosas como esperábamos. Siempre había una producción paralela para el rescate. Se apretaba play y todo el mundo sabía qué hacer. Nunca hubo trucos. Por eso las cuatro fallas que tuve en toda mi carrera, no me morí en ninguna. Antes del ‘Puede Fallar’, cuando era todavía más chico, estaba ensayando lo de la apnea en mi casa donde teníamos una pileta con un ojo de buey y un parlante, por donde mi padre me hablaba, perdí el conocimiento y vi el túnel. Vi el túnel blanco, vi familiares que no estaban… y cuando estaba a punto de ver como una ciudad, siento un tirón, abro los ojos y veo a mi padre haciéndome las maniobras de resucitación en el pecho.” Rememoró TUSAM.

 Hace 25 años se producía la muerte de TUSAM padre, uno de los grandes personajes de la televisión argentina durante décadas. Hijo de inmigrantes españoles y dueño de un carisma especial para manejar los tiempos y el suspenso en cámara, fue capaz de construir un personaje que generaba espectaculares picos de rating exhibiendo sus “poderes” para ejercer el control mental. Un personaje que muchos conocieron y admiraron, pero pocos conocieron como nació su vacación: “La historia comenzó cuando a los seis años de mi papá, mi abuelo vio que hacía cosas raras y lo llevaron al médico, donde descubrieron que podía manejar sus órganos internos a voluntad, que esas cosas tenían que ver con el manejo que tenía de su propio cuerpo, algo que no lo tiene todo el mundo. Estaba en primer grado de la escuela primaria, cuando se dio cuenta que podía sentir con sus órganos internos lo mismo que con los dedos a través del tacto. Comenzaron a pagarle para hacer diferentes estudios y probar medicamentos y procedimientos nuevos. Cuando un tratamiento o algo pasaban a la fase humana, mi viejo se prestaba para ser de los primeros en probarlos. Mis abuelos necesitaban la plata y desde los 6 hasta los 14 años de mi padre lo usaron como conejito de indias. Terminó muy  lastimado en un experimento y a partir de ese momento decidió decir: ‘¡Basta!’. Pero continúo teniendo relación con los médicos y científicos que lo querían tener cerca, entonces mi viejo empezó a enseñarles a los médicos su método, para que a su vez se lo enseñaran a los pacientes, para que pudieran tener una evolución más favorable. Ahí comenzó de a poquito a realizar demostraciones, pero se dio cuenta que esas cosas no se podían enseñar. Tenía solo 14 años y todavía usaba pantalones cortos. A partir de ese momento empezó a estudiar hipnotismo y estaba convencido de que sus habilidades le permitirían ganarse la vida ofreciendo shows. Desde ese momento se bautizó como TUSAM que, como te dije, es un acrónimo de las palabras Técnica, Unción, Sabiduría, Amor y Mística. El método TUSAM y las demostraciones fueron creciendo juntos. Mi viejo comenzó con todo esto antes que existiera la televisión. Comenzó en el Parque Jardín Japonés, que es el predio donde está el Sheraton ahora, como atracción en un parque de diversiones, como talento. Como era tan llamativo le empezó a ir muy bien y después lo llamaban para ser número vivo en los cines, como se hacía en los años 40 entre película y película. De ahí jamás paró de trabajar y pensar en el mejor show que le podía dar al público. Por su género llamó rápidamente la atención. Las demostraciones se fueron dando después en televisión en todos los canales.” Aseguró Leonardo de su padre, Juan José del Pozo Monteagudo, TUSAM, que nació el 18 de febrero de 1933 en el barrio porteño de Villa Urquiza. Batió récord de permanencia bajo el agua, tragaba lámparas incandescentes, lámparas fluorescentes encendidas, sugestionaba animales, masticaba vidrios, introducía un sable en su boca, se ensartaba agujas en la carne, se clavaba clavos en el cuerpo, hacía levitar a las personas e  hipnotismo colectivo, entre tantas otras cosas. 

“Yo me presento como TUSAM, porque además de un método es una filosofía de vida que aprendí, heredé de mi padre y yo la continúo. Son las siglas de Técnica, Unción, Sabiduría, Amor y Mística. Este método ya cumplió 75 años. Mi padre con solo 17 años fue el primero en el mundo en dar las técnicas para dejar de fumar, después agregó adelgazar y después control mental. No son herramientas que quedaron estáticas porque fueron evolucionando y hasta el día de hoy sigo mejorándolas. Yo ya tengo 52 años y empecé a dar mis coachings a los 16 en Córdoba. Y a los 18 años en Bogotá, Colombia, empecé a dar mis coachings solo. Desde muy chico yo tenía en claro que quería hacer esto. A los dos o tres años naturalmente ya aguantaba la respiración abajo del agua por bastante tiempo. El sillón del living de mi abuela era el escenario y de muy chiquitito jugaba con mis amigos a la hipnosis y que los hipnotizaba. Me subía al sillón, verbalizaba el show de mi papá e intentaba hacerles hipnosis colectiva, que es lo que hago hoy. Algunos se prestaban y hacíamos algo, otros no. Porque hay que recordar que la hipnosis, no es algo que alguien le hace a otra persona, sino que es una interacción consentida. A los seis años desarrolle mi campo de atención visual a 180° lo que te permite leer textos colocados a un ángulo de 90° con respecto a las pupilas. A los 9 años de edad, en abril de 1983, debuté junto a mi padre en Canal 9 realizando ejercicios de mnemotecnia con Orlando Marconi y Jorge Rossi. Memorizaba 100 palabras, decía de la primera a la última, y de la última a la primera, me enunciaban un número y yo respondía a qué palabra correspondía, o viceversa. Ese era un ejercicio también brindado al show, pero para que los chicos de mi edad tuvieran noción de lo que se podía llegar a hacer con una prueba de mnemotecnia, que era fácil de implementar para el estudio y para el colegio. Antes Mauro Viale me había hecho una entrevista con mi padre en televisión, en El Show de la Vida, pero mi debut ‘trabajando’ fue a los 9. A mis 10 años recibí mi primer recibo de sueldo como artista de variedades. Fue en Canal 9 y aún hoy guardo ese recibo de recuerdo. Fue toda una ceremonia, mi madre me acompañó hasta la ventanilla y todos me trataron con mucho respeto. Como si fuese un señor grande jajaja. A los 14 años mi viejo me dijo: ‘Ya estas grande, tenes que manejarte vos solo dentro del show’, se dio media vuelta, se fue y me dejo solo en el escenario.  Así comencé a tener mi propio espectáculo dentro de su show. A los 16 años comencé a dar conferencias junto a él y a los 18 solo. A los 20 años empecé a alternar a viajar solo y con mis papás a dar conferencias internacionales. Hasta que a mis 25 mi papá partió y seguí yo solo.” Aseveró el hipnotizador. 
 
 
“Tuve una infancia muy bella a pesar que padecí bullyng, pero eso nunca me afectó. Lo transitaba, lo enfrentaba, pero realmente no me afectó en nada. Al contrario, me fortaleció. Ya era como un desafío. Me hizo superarlo y tener más fuerza de carácter todavía. Yo tenía 10 años y de repente trabajaba en el programa más visto del país, con 56 puntos de rating, y al otro día ir a la colegio como si nada me traía algunos problemas. También viajábamos muchos y eso también me complicaba un poco en el colegio, aunque la mnemotecnia me ayudó mucho para el estudio. Soy hijo único y con mi padre éramos muy compinches. Le sacábamos canas verdes a mi madre para que yo me fuera a dormir. Jugábamos juntos a la noche al Atari. Pasábamos horas en el subsuelo que el armó, revelando fotos y rollos fotográficos… a veces se nos pasaba la hora y escuchaba el portero del micro que me pasaba a buscar para ir al colegio. Mi vieja nos quería matar que me fuera al colegio sin dormir por estar jugando con mi papá. Fue una hermosa infancia y disfruté muchísimo a mis padres en esa época. De segundo a quinto año rendí libre y eso me marcó. Decía: ‘Al otro año voy a cursar’, después pasaba ese año y decía: ‘Al otro año voy a cursar’ y así el otro… hasta que no hubo más años para cursar. Eso me hizo ver las cosas que me estaba perdiendo de la vida por no tener una vida normal. Decidí anotarme en arquitectura y me arrepentí antes de empezar. Estaba en un canal de televisión en España y ahí, de un momento para otro, me cayó la ficha. No podía dejar mi profesión. Sin dudas este era mi camino.” Recordó el presentador.
 
 
Uno piensa que los padres son eternos y más Leo que su padre tragaba lámparas incandescentes y lámparas fluorescentes encendidas… sugestionaba animales, masticaba vidrios… introducía un sable en su boca... se ensartaba agujas en la carne o se clavaba clavos en el cuerpo… pero desgraciadamente el 28 de abril de 1999, hace 25 años, TUSAM falleció a raíz de problemas cardíacos derivados de un accidente automovilístico que había sufrido en Olivos, el año anterior: “Estaba en un gran momento de su carrera, porque había comenzado a entrar en los Estados Unidos y tenía pautada una entrevista con David Letterman (famoso presentador de la televisión norteamericana). Lamentablemente se fue muy pronto, tenía 67 años. A mí me costó muchísimo superarlo. Fue un golpe emocional extremadamente fuerte que me tuvo durante muchos años como en otra sintonía. No podía entender como ya no estaba. En esos años por más que yo seguí trabajando realmente tuve que aprender esta frase tan trillada que es: ‘saber soltar’. Que es muy fácil verbalizarla, muy sencilla de comprenderla intelectualmente, pero muy difícil de practicarla. Nunca dejé de trabajar y seguir viajando, aprendí a volverme más fuerte emocionalmente. Pasaron más de 40 años que practico este oficio que convertí en mi profesión. El poder ejercer mi pasión, que es mi trabajo, es un gran privilegio. Por eso me considero un afortunado. Cada vez que subo a un escenario o estoy frente a una cámara lo hago con mucho respeto a mi profesión, al público, a mí y al legado de mis padres. Agradezco infinitamente a todos los que me crucé en mi camino. Agradezco a mis padres por hacer de mi vida una aventura y por enseñarme a continuar de la misma manera. Agradezco al público por permitirme desarrollarme y crecer a cada paso. Y por último, me agradezco a mí por nunca rendirme a pesar de las adversidades.” Concluyó Leonardo del Pozo Calandra, TUSAM.