Lee Salmos 120–121

Cuando mi hija menor tenía dos años, se corte en la mejilla y necesitó puntos. Cuando la doctora comenzó a administrarle la atención médica que necesitaba, nos miró a su madre y a mí con una mirada suplicante. Quería que la sacáramos de esa situación bastante extraña e incómoda. Cuando estamos asustados o angustiados, naturalmente buscamos a alguien que pueda ayudarnos.

En el Salmo 120, el poeta se encuentra en una situación difícil. Está siendo atacado por “labios mentirosos” y “lenguas embusteras” (v. 2). Las palabras son poderosas. Pueden crear esperanza y expresar alegría. También pueden cortar y herir, creando luchas y conflictos. Esa es la escena aquí. Mientras el salmista desea la paz, sus enemigos mienten para provocar la guerra (v. 7). Las mentiras y el engaño son difíciles de combatir. Es fácil sentirnos incapaces cuando enfrentamos oposición. ¿Qué se puede hacer?

El Salmo 121 sirve como una especie de respuesta a la difícil situación descrita en el Salmo 120. El salmista declara: “Alzaré mis ojos a los montes. ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Jehová, que hizo los cielos y la tierra.” (vv. 1–2 RVA1995). Los Salmos 120 y 121 son parte de los “Salmos de la Ascensión” (120–134). Este grupo de salmos fue escrito para los peregrinos que se dirigían a uno de los festivales anuales en el templo de Jerusalén. Entonces, cuando el salmista dice que sus ojos se elevan hacia los montes, está pensando en Jerusalén. Él está mirando al Señor. El Salmo termina con una promesa de protección. Dios se preocupa profundamente por Su pueblo, y Él cuidará de ellos (vv. 5–8).
Cuando estamos en una situación difícil, el consejo del salmista es poderoso: “¡Alza tus ojos!” Mira a Dios que creó el universo y es capaz de satisfacer nuestras necesidades. Puede haber momentos en los que nos resulte difícil ver cómo Dios nos cuida. Pero podemos acudir a Él en busca de ayuda.

Lee <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+120%E2%80%93121&amp;version=NVI">Salmos 120&ndash;121</a>
Cuando mi hija menor ten&iacute;a dos a&ntilde;os, se corte en la mejilla y necesit&oacute; puntos. Cuando la doctora comenz&oacute; a administrarle la atenci&oacute;n m&eacute;dica que necesitaba, nos mir&oacute; a su madre y a m&iacute; con una mirada suplicante. Quer&iacute;a que la sac&aacute;ramos de esa situaci&oacute;n bastante extra&ntilde;a e inc&oacute;moda. Cuando estamos asustados o angustiados, naturalmente buscamos a alguien que pueda ayudarnos.
En el Salmo 120, el poeta se encuentra en una situaci&oacute;n dif&iacute;cil. Est&aacute; siendo atacado por &ldquo;labios mentirosos&rdquo; y &ldquo;lenguas embusteras&rdquo; (v. 2). Las palabras son poderosas. Pueden crear esperanza y expresar alegr&iacute;a. Tambi&eacute;n pueden cortar y herir, creando luchas y conflictos. Esa es la escena aqu&iacute;. Mientras el salmista desea la paz, sus enemigos mienten para provocar la guerra (v. 7). Las mentiras y el enga&ntilde;o son dif&iacute;ciles de combatir. Es f&aacute;cil sentirnos incapaces cuando enfrentamos oposici&oacute;n. &iquest;Qu&eacute; se puede hacer?
El Salmo 121 sirve como una especie de respuesta a la dif&iacute;cil situaci&oacute;n descrita en el Salmo 120. El salmista declara: &ldquo;Alzar&eacute; mis ojos a los montes. &iquest;De d&oacute;nde vendr&aacute; mi socorro? Mi socorro viene del Jehov&aacute;, que hizo los cielos y la tierra.&rdquo; (vv. 1&ndash;2 RVA1995). Los Salmos 120 y 121 son parte de los &ldquo;Salmos de la Ascensi&oacute;n&rdquo; (120&ndash;134). Este grupo de salmos fue escrito para los peregrinos que se dirig&iacute;an a uno de los festivales anuales en el templo de Jerusal&eacute;n. Entonces, cuando el salmista dice que sus ojos se elevan hacia los montes, est&aacute; pensando en Jerusal&eacute;n. &Eacute;l est&aacute; mirando al Se&ntilde;or. El Salmo termina con una promesa de protecci&oacute;n. Dios se preocupa profundamente por Su pueblo, y &Eacute;l cuidar&aacute; de ellos (vv. 5&ndash;8).
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<li>Cuando estamos en una situaci&oacute;n dif&iacute;cil, el consejo del salmista es poderoso: &ldquo;&iexcl;Alza tus ojos!&rdquo; Mira a Dios que cre&oacute; el universo y es capaz de satisfacer nuestras necesidades. Puede haber momentos en los que nos resulte dif&iacute;cil ver c&oacute;mo Dios nos cuida. Pero podemos acudir a &Eacute;l en busca de ayuda.</li>
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Un estudio bíblico devocional diario del Instituto Bíblico Moody.

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