Lee Génesis 41:1–16

¿Alguna vez te han olvidado? Tal vez alguien olvidó tu cumpleaños, o te pasaron por alto para una promoción o algún premio. En el texto de hoy encontramos a José que había sido olvidado en una prisión. Fue injustamente arrestado, acusado y descuidado durante más de dos años. Su esperanza de una liberación rápida gracias a un buen informe del copero se desvaneció (Génesis 40:23).

Para ti y para mí, hubiera sido difícil contener nuestra frustración y enojo. Sin embargo, José de alguna manera continuó confiando en Dios. Se dio cuenta de que lo que otros habían pensado para mal, Dios lo había transformado para bien (Génesis 50:20).

El copero finalmente recordó a José después de que un sueño de Faraón no pudo ser explicado (vv. 1–13). Rápidamente sacaron a José de la prisión oscura y húmeda y lo limpiaron. Le afeitaron la barba descuidada, le dieron un baño y ropa limpia (v. 14). Sus ojos probablemente todavía se estaban adaptando a la luz del sol cuando lo presentaron ante Faraón y le dijeron que interpretara el sueño (v. 15). Entonces José dijo algo que ningún gobernante o rey quiere escuchar: “No soy yo quien puede hacerlo” (v. 16).

Podemos imaginar cómo se estremecieron todos los que estaban en la habitación, especialmente el copero. La única razón por la que Faraón pidió a José fue para que interpretara el sueño. Volvieron a estremecerse después de lo que José dijo a continuación, “sino que es Dios . . . ”. Las cosas no se veían bien para José, pero usó su segunda oportunidad para confiar en Dios.

Aunque José no merecía haber sido vendido como esclavo, arrestado injustamente y olvidado, permaneció fiel a Dios. Y Dios, a su vez, le dio a José una segunda oportunidad. Al concluir la historia mañana, veremos cómo la segunda oportunidad de José resultó en una bendición no solo para él sino para toda su familia.
Puede ser que hayas sido acusado o perjudicado injustamente. Aunque puede haber ocasiones en las que sientas que Dios te ha abandonado, Él ve y conoce tu situación. Cuando Él te da una segunda oportunidad, debes decidir cómo usarla.

Lee <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+41%3A1%E2%80%9316&amp;version=NVI">G&eacute;nesis 41:1&ndash;16</a>
&iquest;Alguna vez te han olvidado? Tal vez alguien olvid&oacute; tu cumplea&ntilde;os, o te pasaron por alto para una promoci&oacute;n o alg&uacute;n premio. En el texto de hoy encontramos a Jos&eacute; que hab&iacute;a sido olvidado en una prisi&oacute;n. Fue injustamente arrestado, acusado y descuidado durante m&aacute;s de dos a&ntilde;os. Su esperanza de una liberaci&oacute;n r&aacute;pida gracias a un buen informe del copero se desvaneci&oacute; (<a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+40%3A23&amp;version=NVI">G&eacute;nesis 40:23</a>).
Para ti y para m&iacute;, hubiera sido dif&iacute;cil contener nuestra frustraci&oacute;n y enojo. Sin embargo, Jos&eacute; de alguna manera continu&oacute; confiando en Dios. Se dio cuenta de que lo que otros hab&iacute;an pensado para mal, Dios lo hab&iacute;a transformado para bien (<a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A9nesis+50%3A20&amp;version=NVI">G&eacute;nesis 50:20</a>).
El copero finalmente record&oacute; a Jos&eacute; despu&eacute;s de que un sue&ntilde;o de Fara&oacute;n no pudo ser explicado (vv. 1&ndash;13). R&aacute;pidamente sacaron a Jos&eacute; de la prisi&oacute;n oscura y h&uacute;meda y lo limpiaron. Le afeitaron la barba descuidada, le dieron un ba&ntilde;o y ropa limpia (v. 14). Sus ojos probablemente todav&iacute;a se estaban adaptando a la luz del sol cuando lo presentaron ante Fara&oacute;n y le dijeron que interpretara el sue&ntilde;o (v. 15). Entonces Jos&eacute; dijo algo que ning&uacute;n gobernante o rey quiere escuchar: &ldquo;No soy yo quien puede hacerlo&rdquo; (v. 16).
Podemos imaginar c&oacute;mo se estremecieron todos los que estaban en la habitaci&oacute;n, especialmente el copero. La &uacute;nica raz&oacute;n por la que Fara&oacute;n pidi&oacute; a Jos&eacute; fue para que interpretara el sue&ntilde;o. Volvieron a estremecerse despu&eacute;s de lo que Jos&eacute; dijo a continuaci&oacute;n, &ldquo;sino que es Dios . . . &rdquo;. Las cosas no se ve&iacute;an bien para Jos&eacute;, pero us&oacute; su segunda oportunidad para confiar en Dios.
Aunque Jos&eacute; no merec&iacute;a haber sido vendido como esclavo, arrestado injustamente y olvidado, permaneci&oacute; fiel a Dios. Y Dios, a su vez, le dio a Jos&eacute; una segunda oportunidad. Al concluir la historia ma&ntilde;ana, veremos c&oacute;mo la segunda oportunidad de Jos&eacute; result&oacute; en una bendici&oacute;n no solo para &eacute;l sino para toda su familia.
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<li>Puede ser que hayas sido acusado o perjudicado injustamente. Aunque puede haber ocasiones en las que sientas que Dios te ha abandonado, &Eacute;l ve y conoce tu situaci&oacute;n. Cuando &Eacute;l te da una segunda oportunidad, debes decidir c&oacute;mo usarla.</li>
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Un estudio bíblico devocional diario del Instituto Bíblico Moody.

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