Lee Salmos 148

En su libro Reflexiones sobre los Salmos, C.S. Lewis describe por qué la gente alaba con tanta naturalidad: “Creo que nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no solo expresa, sino que completa el disfrute… es frustrante haber descubierto un nuevo autor y no ser capaz de decirle a cualquiera lo bueno que es… el deleite es incompleto hasta que se expresa”.

En la lectura de hoy, el salmista se deleita en Dios y quiere que todos se unan a la alabanza. No está contento hasta que el universo entero dirija su reverencia a Dios. Doce veces en este poema, el salmista ordena a diferentes grupos de personas o partes del mundo creado que “Alaben”.

En los versículos 1–4, el salmista mira hacia arriba y ordena a los “cielos… alturas… ángeles… ejércitos… sol… luna… y estrellas” que alaben al Señor. Deben deleitarse en alabar a Dios porque Él los creó y los sustenta (vv. 5–6). La única respuesta apropiada es usar la existencia que Dios le dio para señalarle a la gente. El mandato del sol, la luna y las estrellas de alabar a Dios es especialmente llamativo en un contexto antiguo. La mayoría de las personas alrededor de Israel adoraban al sol, la luna y las estrellas como dioses. El salmista es claro en que no son dioses, sino parte del mundo creado por Dios.

En los versículos 7–12, el salmista mira a su alrededor e invoca a la tierra, a las criaturas del mar, el océano, las tormentas, las montañas, los árboles, todos los animales y todas las personas, desde el rey hasta el plebeyo y desde los jóvenes hasta los ancianos, para que alaben al Señor. Como criaturas de Dios, encuentran su realización atribuyéndole a Dios su valor.

Este salmo debe hacerte sentir como si fueras parte de un estadio repleto de júbilo estridente y extático que celebra a Dios. Dios es fiel. Ha cumplido Sus promesas a Israel, Su pueblo del pacto.
¡¡¡Gloria a Dios!!! Únete a la celebración y pasa tiempo alabando a Dios durante todo el día. Solo o con otros, levanta tus manos y reconoce que nuestro Dios reina. ¡Él es Señor de señores y Rey de reyes!

Lee <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=Salmos+148&amp;version=NVI">Salmos 148</a>
En su libro Reflexiones sobre los Salmos, C.S. Lewis describe por qu&eacute; la gente alaba con tanta naturalidad: &ldquo;Creo que nos deleitamos en alabar lo que disfrutamos porque la alabanza no solo expresa, sino que completa el disfrute&hellip; es frustrante haber descubierto un nuevo autor y no ser capaz de decirle a cualquiera lo bueno que es&hellip; el deleite es incompleto hasta que se expresa&rdquo;.
En la lectura de hoy, el salmista se deleita en Dios y quiere que todos se unan a la alabanza. No est&aacute; contento hasta que el universo entero dirija su reverencia a Dios. Doce veces en este poema, el salmista ordena a diferentes grupos de personas o partes del mundo creado que &ldquo;Alaben&rdquo;.
En los vers&iacute;culos 1&ndash;4, el salmista mira hacia arriba y ordena a los &ldquo;cielos&hellip; alturas&hellip; &aacute;ngeles&hellip; ej&eacute;rcitos&hellip; sol&hellip; luna&hellip; y estrellas&rdquo; que alaben al Se&ntilde;or. Deben deleitarse en alabar a Dios porque &Eacute;l los cre&oacute; y los sustenta (vv. 5&ndash;6). La &uacute;nica respuesta apropiada es usar la existencia que Dios le dio para se&ntilde;alarle a la gente. El mandato del sol, la luna y las estrellas de alabar a Dios es especialmente llamativo en un contexto antiguo. La mayor&iacute;a de las personas alrededor de Israel adoraban al sol, la luna y las estrellas como dioses. El salmista es claro en que no son dioses, sino parte del mundo creado por Dios.
En los vers&iacute;culos 7&ndash;12, el salmista mira a su alrededor e invoca a la tierra, a las criaturas del mar, el oc&eacute;ano, las tormentas, las monta&ntilde;as, los &aacute;rboles, todos los animales y todas las personas, desde el rey hasta el plebeyo y desde los j&oacute;venes hasta los ancianos, para que alaben al Se&ntilde;or. Como criaturas de Dios, encuentran su realizaci&oacute;n atribuy&eacute;ndole a Dios su valor.
Este salmo debe hacerte sentir como si fueras parte de un estadio repleto de j&uacute;bilo estridente y ext&aacute;tico que celebra a Dios. Dios es fiel. Ha cumplido Sus promesas a Israel, Su pueblo del pacto.
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<li>&iexcl;&iexcl;&iexcl;Gloria a Dios!!! &Uacute;nete a la celebraci&oacute;n y pasa tiempo alabando a Dios durante todo el d&iacute;a. Solo o con otros, levanta tus manos y reconoce que nuestro Dios reina. &iexcl;&Eacute;l es Se&ntilde;or de se&ntilde;ores y Rey de reyes!</li>
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Un estudio bíblico devocional diario del Instituto Bíblico Moody.

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