Lee 1 Samuel 25:3–44

¿Alguna vez a usado Dios a alguien para hablarte de la verdad directamente? Dios usó a Abigail para ser una portadora de la verdad y para calmar una situación hostil. Después de la muerte de Samuel, David se mudó al desierto de Maón, donde conoció a la familia de Nabal, un hombre rico, pero desagradable. David y sus hombres trataron a los pastores de Nabal con amabilidad. Sin embargo, cuando David le pidió a Nabal bondad a cambio, el hombre se negó con dureza: “¿Y quién es este tal David?” (v. 10).

Cuando David recibió este informe, tomó su espada y les dijo a 400 hombres que se ataran la suya. No hay duda de lo que planeaba hacer. Sin embargo, Dios, en Su gracia, envió a Abigail, la esposa de Nabal, a intervenir. Tan pronto como se enteró de lo que había sucedido, reunió un obsequio de pan, vino, pasteles y ovejas, y se fue con sus siervos para encontrarse con David. Cuando llegó a caballo, David acababa de pronunciar la condenación sobre Nabal y su casa (vv. 21–22).

El discurso de Abigail fue completo, elocuente y penetrantemente verdadero. Casi podemos imaginarla ensayando en el camino en burro. Se acercó a David con humildad e incluso aceptó la culpa de lo sucedido. Encontró puntos en común con David cuando desacreditó a Nabal como necio (v. 25). Luego le recordó a David que el Señor lo había cuidado hasta ahora. El Señor no permitió que David se vengara con sus propias manos. Y en esto, el Señor había hecho algo bueno. Ofreció su extravagante regalo y pidió perdón. Finalmente, pronunció una bendición sobre David y apeló al beneficio de tener una conciencia tranquila.

David inmediatamente reconoció su sabiduría como del Señor y la siguió. De hecho, la admiraba tanto que, cuando Dios mató a Nabal, David le pidió a Abigail que fuera su esposa (v. 39).
Podemos aprender de la audacia de Abigail al decir la verdad. Quizás Dios ha puesto en tu corazón el deseo de hablarle a alguien de Su verdad hoy. Mientras oras, pídele Su guía y sabiduría.

Lee <a href="https://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Samuel+25%3A3%E2%80%9344&amp;version=NVI">1 Samuel 25:3&ndash;44</a>
&iquest;Alguna vez a usado Dios a alguien para hablarte de la verdad directamente? Dios us&oacute; a Abigail para ser una portadora de la verdad y para calmar una situaci&oacute;n hostil. Despu&eacute;s de la muerte de Samuel, David se mud&oacute; al desierto de Ma&oacute;n, donde conoci&oacute; a la familia de Nabal, un hombre rico, pero desagradable. David y sus hombres trataron a los pastores de Nabal con amabilidad. Sin embargo, cuando David le pidi&oacute; a Nabal bondad a cambio, el hombre se neg&oacute; con dureza: &ldquo;&iquest;Y qui&eacute;n es este tal David?&rdquo; (v. 10).
Cuando David recibi&oacute; este informe, tom&oacute; su espada y les dijo a 400 hombres que se ataran la suya. No hay duda de lo que planeaba hacer. Sin embargo, Dios, en Su gracia, envi&oacute; a Abigail, la esposa de Nabal, a intervenir. Tan pronto como se enter&oacute; de lo que hab&iacute;a sucedido, reuni&oacute; un obsequio de pan, vino, pasteles y ovejas, y se fue con sus siervos para encontrarse con David. Cuando lleg&oacute; a caballo, David acababa de pronunciar la condenaci&oacute;n sobre Nabal y su casa (vv. 21&ndash;22).
El discurso de Abigail fue completo, elocuente y penetrantemente verdadero. Casi podemos imaginarla ensayando en el camino en burro. Se acerc&oacute; a David con humildad e incluso acept&oacute; la culpa de lo sucedido. Encontr&oacute; puntos en com&uacute;n con David cuando desacredit&oacute; a Nabal como necio (v. 25). Luego le record&oacute; a David que el Se&ntilde;or lo hab&iacute;a cuidado hasta ahora. El Se&ntilde;or no permiti&oacute; que David se vengara con sus propias manos. Y en esto, el Se&ntilde;or hab&iacute;a hecho algo bueno. Ofreci&oacute; su extravagante regalo y pidi&oacute; perd&oacute;n. Finalmente, pronunci&oacute; una bendici&oacute;n sobre David y apel&oacute; al beneficio de tener una conciencia tranquila.
David inmediatamente reconoci&oacute; su sabidur&iacute;a como del Se&ntilde;or y la sigui&oacute;. De hecho, la admiraba tanto que, cuando Dios mat&oacute; a Nabal, David le pidi&oacute; a Abigail que fuera su esposa (v. 39).
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<li>Podemos aprender de la audacia de Abigail al decir la verdad. Quiz&aacute;s Dios ha puesto en tu coraz&oacute;n el deseo de hablarle a alguien de Su verdad hoy. Mientras oras, p&iacute;dele Su gu&iacute;a y sabidur&iacute;a.</li>
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Un estudio bíblico devocional diario del Instituto Bíblico Moody.

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