El escritor John Brandy Wills decide viajar a un lugar tranquilo en el que desarrollar sus ideas literarias para su nueva Novela para antropófagos. Coincide en su vuelo sobre el Atlántico con una inesperada viajera, la señorita Natalia Hull. Esta señorita convence a Wills para que siga su itinerario hasta el norte de Canadá donde, en un amplio valle de escasa vegetación y rodeada de nieve, hay un extraño sanatorio, un "perfecto" lugar para escribir tranquilo. El sanatorio es propiedad del doctor Hull, tío de la señorita Hull.
El señor Kesler les presenta huéspedes. Brandy Wills se siente incómodo, hay algo incoherente en aquel lugar. Mientras tanto, la joven Natalia Hull sigue a una huésped hasta uno de los despachos, quiere advertirle de algo peligroso que va a ocurrir y le recomienda irse de inmediato. La huésped insiste, ¿para que se expone a un peligro que puede evitar?
Este es el tercer episodio de la serie de cuatro que componen Novela para antropófagos presentada por Chicho Ibáñez Serrador y con la actuación de José María Escuer, Valentina Vagué y Marisa Lahoz.