Cooper ha atacado al revisor del tren pensando que era el misterioso hombre del chubasquero negro. Ahora tiene una multa y un certificado de depresión neurótica. Cooper, trastornado por lo vivido, se siente incapaz de trabajar y el hecho de no ingresar dinero hace que tenga deba grandes cantidades de dinero al banco. Al ir a negociar la reducción del pago de la deuda, su banco decide transferirlo a otro diferente. A uno que sólo abre por las noches y que solicita un método de pago algo macabro. ¿Será Cooper capaz de saldar la deuda? ¿Podrá ignorar la voz que le anima a actuar como un criminal?