Cuando el dinero, la salud y la fuerza se van, lo único que queda es la familia y su apoyo incondicional. Esta es la lección que aprendió Rubén Blades una tarde mientras salía del hospital después de ver a su mamá luchar contra un cáncer que no se podía curar.

De esta lección de vida y amor resultó un canto para  consolar el alma: Amor y control.

Cuando el dinero, la salud y la fuerza se van, lo &uacute;nico que queda es la familia y su apoyo incondicional. Esta es la lecci&oacute;n que aprendi&oacute; Rub&eacute;n Blades una tarde mientras sal&iacute;a del hospital despu&eacute;s de ver a su mam&aacute; luchar contra un c&aacute;ncer que no se pod&iacute;a curar.
De esta lecci&oacute;n de vida y amor result&oacute; un canto para&nbsp; consolar el alma: Amor y control.

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