Una de las características que el fundador de la Guardia Civil, el Duque de Ahumada, imprimió al Cuerpo fue su neutralidad política. Y fue sin duda, una de las claves de su vigencia. Una vigencia que ahora cumple 180 años. Hasta ese momento los cuerpos policiales eran milicias políticas y resultaron ineficaces para mantener el orden. La Benemérita, como pronto se la conoció, tuvo claro que servían a los ciudadanos, independientemente de las ideologías imperantes.
Tras vivir decenas de gobiernos, cuatro reyes, una dictadura y dos repúblicas, la Guardia Civil, se veía envuelta en 1936 en una gran guerra fratricida. Y como reflejo de la sociedad y de las familias españolas se vio dividida entre uno y otro bando. En algunas zonas permanecieron fieles al gobierno del Frente Popular y en otras compartieron el bando rebelde.