Irte a estudiar al extranjero puede salvarte la vida. Incluso muchos años después, los amigos y las vivencias compartidas pueden volver y rescatarte del infierno. Hujjat estaba en el aeropuerto de Kabul cuando Estados Unidos abandonó Afganistán. En aquel momento, aquella pista de aterrizaje era el punto más caliente. Ser elegido para salir era cuestión de suerte.