Cuando Frida Kahlo tiene 18 años sufre un terrible accidente en el autobús donde viaja con su novio, Alejandro Gómez Arias, y su cuerpo queda destrozado. Sufre fracturas en la cadera, la columna vertebral, una pierna y el pie. Durante muchos meses debe estar postrada en una cama y, aunque volverá a caminar, siempre sufrirá fuertes dolores. Pero el dolor no sólo es físico, sino también emocional.
Sus pinturas tratan de reflejar su mundo interior, un mundo fracturado. Por ello, sus obras son autorretratos que muestran el tormento y las heridas. Pero consigue transformar ese enorme dolor en obras de arte.
El cuadro de La columna rota fue pintado en 1944, cuando Frida tenía 37 años. En él, además del dolor físico, refleja el dolor emocional a través de los muchos clavos que se hunden sobre su cuerpo. El más grande de ellos está sobre su corazón y nos habla del tormento que vivió con el amor de su vida: Diego Rivera. A pesar de que su relación duro muchos años, fue una historia tormentosa llena de infidelidades y engaños. Frida diría en una ocasión "Yo sufrí dos accidentes graves. Uno en el que un autobús me tumbo al suelo. El otro accidente fue Diego Rivera".
Muchos quisieron clasificar sus obras, algunos dijeron que eran surrealistas, otros hablaron de simbolismo e incluso de pop mexicano. Sin embargo, ella siempre huyó de las etiquetas y su trabajo es considerado único.
Durante este podcast hablamos con la directora del Museo Frida Kahlo, Hilda Trujillo, y con la artista Alaska, para que nos den su visión sobre la pintora mexicana y nos acerquen más a su basto mundo interior.
Con el patrocinio de Turismo de Flandes.
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