Georg Karl Tänzler era un migrante alemán establecido en Florida que trabajaba como radiologista y patólogo en un hospital de la Marina. El día que llegó Elena Hoyos para que la examinaran, él creyó conocer al amor de su vida, vaticinado años antes por la aparición fantasmal de una supuesta antepasada muerta. La paciente fue diagnosticada de tuberculosis y Karl se esforzó por salvarla, pero no pudo. Dos años después de que la chica falleciera, Tänzler se llevó su cadáver a casa con la intención de resucitarla y convivió con él, como marido y mujer, durante siete años.