La vida de Liam Payne, que tenía 31 años, ha estado marcada por el éxito que tuvo como cantante de One Direction, una boy band que arrasó la pasada década. Ha muerto en un hotel de Buenos Aires, rodeado de incógnitas y de circunstancias un tanto extrañas, tras caer al vacío. Hablamos su historia con Sebastián Fest, corresponsal en Argentina, y Pablo Gil, jefe de Cultura