Hace un año, la Federación de Fútbol decidió las sedes españolas del Mundial 2030 —que organizamos junto con Portugal y Marruecos—. Una decisión que, apenas dos días después y por sorpresa, cambió. Se cargaron a Vigo para meter a San Sebastián en una lista manipulada. Una información exclusiva de Esteban Urreiztieta, jefe de Investigación de EL MUNDO