El Papa Pio XII tenía un hipo que no se le quitaba y se rumoraba que podía morir, por eso el periódico El Espectador envió a Gabriel García Márquez como reportero a seguir la salud del Pontífice, y al tiempo, como una manera de premiar el buen trabajo que durante año y medio había realizado. Gabo llegó a la ciudad eterna el 31 de julio de 1955, con su infinita imaginación, que encontraría en el cine -exactamente en el neorrealismo- gran inspiración para seguir construyendo el Macondo que, desde que había regresado a Aracataca a vender la casa de los abuelos, se había vuelto una necesidad contar. García Márquez es universal, le pertenece a la cultura del mundo, por eso no extraña que ayer la vicepresidenta de Colombia Marta Lucía Ramírez, inaugurara en el parque Villa Borghese de Roma la “Viale Gabriel García Márquez”, una calle dedicada a nuestro gran escritor. Son homenajes que quizá el Gabo en vida no aceptaría, pero que muestran el aprecio que le tiene Europa a su obra.

<p>El Papa Pio XII ten&iacute;a un hipo que no se le quitaba y se rumoraba que pod&iacute;a morir, por eso el peri&oacute;dico El Espectador envi&oacute; a Gabriel Garc&iacute;a M&aacute;rquez como reportero a seguir la salud del Pont&iacute;fice, y al tiempo, como una manera de premiar el buen trabajo que durante a&ntilde;o y medio hab&iacute;a realizado. Gabo lleg&oacute; a la ciudad eterna el 31 de julio de 1955, con su infinita imaginaci&oacute;n, que encontrar&iacute;a en el cine -exactamente en el neorrealismo- gran inspiraci&oacute;n para seguir construyendo el Macondo que, desde que hab&iacute;a regresado a Aracataca a vender la casa de los abuelos, se hab&iacute;a vuelto una necesidad contar. Garc&iacute;a M&aacute;rquez es universal, le pertenece a la cultura del mundo, por eso no extra&ntilde;a que ayer la vicepresidenta de Colombia Marta Luc&iacute;a Ram&iacute;rez, inaugurara en el parque Villa Borghese de Roma la &ldquo;Viale Gabriel Garc&iacute;a M&aacute;rquez&rdquo;, una calle dedicada a nuestro gran escritor. Son homenajes que quiz&aacute; el Gabo en vida no aceptar&iacute;a, pero que muestran el aprecio que le tiene Europa a su obra.</p>

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