Me preparo para compartir una conferencia de motivación a una empresa, en la que después de un año en el que la mayoría ha trabajado desde la casa, se tomó la decisión de que todos vuelvan a hacerlo desde la sede habitual, y me encuentro con que hay dos dinámicas que muestran lo complejo de las acciones humanas: los que han estado trabajando en la sede -que son pocos-, se sienten ansiosos por el regreso de sus compañeros, porque están acostumbrados a mayor espacio físico, mayor comodidades en algunas actividades que seguro se verán afectadas por el regreso de los demás. 

<p>Me preparo para compartir una conferencia de motivaci&oacute;n a una empresa, en la que despu&eacute;s de un a&ntilde;o en el que la mayor&iacute;a ha trabajado desde la casa, se tom&oacute; la decisi&oacute;n de que todos vuelvan a hacerlo desde la sede habitual, y me encuentro con que hay dos din&aacute;micas que muestran lo complejo de las acciones humanas: los que han estado trabajando en la sede -que son pocos-, se sienten ansiosos por el regreso de sus compa&ntilde;eros, porque est&aacute;n acostumbrados a mayor espacio f&iacute;sico, mayor comodidades en algunas actividades que seguro se ver&aacute;n afectadas por el regreso de los dem&aacute;s.&nbsp;</p>

Lo mejor de las columnas de opinión y las reflexiones del Padre Alberto Linero en BLU Radio.

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