Desde el indio que no sabía muy bien por qué animaba a Dinamarca, hasta la alegría de los 'argentinos' de Bangladés, la decepción mexicana y el entusiasmo de la afición australiana, el Mundial está llegando a esa fase donde las alegrías y las tristezas empiezan a compartir escenario de forma definitiva.
La lista de adioses se amplía y ya se va clarificando el camino hasta la final. Hoy es el turno de cerrar la fase de grupos para la España de Luis Enrique. Todo está de cara, pero hay que jugar.