Martina disfruta jugando en las pozas de agua y viendo las nubes reflejadas en ellas. A pesar de las advertencias de su mamá sobre no mojarse los pies, Martina no puede resistir saltar en los charcos. Pero, tras un resfriado, su mamá le da una sorpresa: un par de botas de agua que le permitirán disfrutar de la lluvia sin preocupaciones. Feliz, Martina sale a saltar en las pozas junto a sus amigos.