Samuel Little, conocido como el asesino en serie más prolífico en la historia de Estados Unidos, fue un hombre que pensó que jamás sería capturado y acabó confesando al FBI 93 asesinatos realizados entre 1970 y 2005. De estos, se han confirmado al menos 50. Arkansas, Florida, Kentucky, Nevada, Luisiana, California y otros diez estados fueron escenarios donde Samuel Little acabó con la vida de sus víctimas femeninas, algunas de las cuales eran adictas a las drogas y otras se dedicaban al trabajo sexual.