Sentirse culpable es una cosa que roza el absurdo. Según nuestra vieja amiga la RAE, la culpa es la “acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado”, ¡pero qué tontería! ¿Cuántas veces nos sentimos culpables sin hacer absolutamente nada, sin causar ningún daño, sin realizar ninguna acción? ¿Y cuantisima gente que debería sentirse realmente culpable por sus malos actos duerme cada noche a pierna suelta? Pues eso, la culpa, como el dinero, está mal repartida en este mundo injusto y cruel. Ya no nos sorprende. Por eso reivindicamos librarnos de ese sentimiento tan amargo. Hoy y siempre.