Una obra muy inusual por varios motivos: porque no está en el repertorio habitual, porque dedica la vida a una Santa y esto es poco frecuente en la ópera y porque está ambientada en un lugar diferente la Alejandría del s. IV d.C. Pero es también una ópera que merece mucho la pena, cuya autoría pertenece a un compositor de eficacia probada, Jules Massenet.
Una historia no tanto religiosa de recogimiento interior sino de culpas, conversiones milagrosas, arrepentimientos profundos, tentaciones y que nos lleva a ciudades milenarias y despiertos inhóspitos. Esta es la historia de Thaïs, una sacerdotisa acusada de haber corrompido la ciudad por el pecado. El cenobita Athanaël llega de viaje con un sueño y una misión: salvar a Thaïs de una vida de lascivia y pecado.
La mezcla de culturas y religiones da lugar a un relato como este y para explicarnos esta curiosa simbiosis hemos invitado a Mar Marcos, Catedrática de Historia Antigua y Presidenta de la Sociedad Española de Ciencias de las Religiones. ¿Cómo será interpretar a la protagonista de esta ópera? La canaria Davinia Rodríguez nos cuenta que es, precisamente, uno de sus personajes favoritos. La composición tiene una estructura perfecta en la que cada nota está milimétricamente colocada para enamorarse de Thaïs.