Desde hace un año y medio el gobierno de Petro abrió una mesa de negociación con el ELN, la última guerrilla de Colombia y probablemente del mundo. En su inicio se pensó que iba a ser una negociación corta pero se ha ido alargando y aunque se logró un cese al fuego y avances como la decisión del ELN de renunciar al secuestro, todavía son más las preguntas que las respuestas. La inquietud que más pesa es la de que aún no se sabe cual es la pista de aterrizaje que el ELN tiene trazada para llegar a la paz y silenciar sus fusiles. Vera Grabe, jefa de la delegación de gobierno en la negociación con el ELN, explica porque es importante que el ELN deje de empuñar las armas contra el estado y como esta negociación debe pasar necesariamente por la transformación del territorio.