¿Y si se lesiona Vinícius? O mejor ¿Y si se lesiona todo el Real Madrid? Quizá así perderá por fin en Europa. Eso pensé nada más concluir el partido en Glasgow y chequear mi teléfono móvil en el que se notificó un pico de tráfico en la app de WhatsApp cuando Benzema pidió el cambio por su problema de rodilla.

Los profetas del catastrofismo, los adalides del "yo ya te lo dije" y antimadridistas varios tecleaban desaforados advirtiendo de la situación crítica para Ancelotti. "No hay otro 9", me decían. "¿Quién va a meter los goles ahora?", añadían. No se atrevieron, eso sí, a echar en falta a Jovic ni a apostar por Mariano, pero la cojera de Karim se convirtió en un pretexto más para criticar al Madrid y advertir de una debacle mayor. Hemos pasado ya del 6 al 0,6% de posibilidades de éxito en Europa.

Luego llegó Vinicius y anotó por cuarto partido consecutivo. Modric demostró que si se le exige puede sumar y hasta Hazard obró un pequeño milagro. No se le ha olvidado que un día fue el mejor futbolista de una Premier que en el último lustro gobernó un equipo, el City, donde el mediapuntismo y falso nueve es religión.

A Benzema, mejor futbolista del mundo, se le echa de menos siempre. Cuando no juega y cuando juega mal, que a veces sucede. Faltaría más. El disgusto y preocupación es directamente proporcional al periodo de baja que aconsejen los médicos una vez evalúen la situación. De ahí a pensar que el Madrid jugará con diez parece una exageración.

¿Acaso tiene sustituto Haaland? ¿Y Lewandowski? Por eso me pregunto por qué genera tanta controversia el diseño de una línea de ataque donde parece ser que un tal Julián Álvarez o Memphis Depay le dan sopas a un tal Rodrygo Goes o al revivido Hazard.

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¿Y si se lesiona Vinícius? O mejor ¿Y si se lesiona todo el Real Madrid? Quizá así perderá por fin en Europa. Eso pensé nada más concluir el partido en Glasgow y chequear mi teléfono móvil en el que se notificó un pico de tráfico en la app de WhatsApp cuando Benzema pidió el cambio por su problema de rodilla.
Los profetas del catastrofismo, los adalides del "yo ya te lo dije" y antimadridistas varios tecleaban desaforados advirtiendo de la situación crítica para Ancelotti. "No hay otro 9", me decían. "¿Quién va a meter los goles ahora?", añadían. No se atrevieron, eso sí, a echar en falta a Jovic ni a apostar por Mariano, pero la cojera de Karim se convirtió en un pretexto más para criticar al Madrid y advertir de una debacle mayor. Hemos pasado ya del 6 al 0,6% de posibilidades de éxito en Europa.
Luego llegó Vinicius y anotó por cuarto partido consecutivo. Modric demostró que si se le exige puede sumar y hasta Hazard obró un pequeño milagro. No se le ha olvidado que un día fue el mejor futbolista de una Premier que en el último lustro gobernó un equipo, el City, donde el mediapuntismo y falso nueve es religión.
A Benzema, mejor futbolista del mundo, se le echa de menos siempre. Cuando no juega y cuando juega mal, que a veces sucede. Faltaría más. El disgusto y preocupación es directamente proporcional al periodo de baja que aconsejen los médicos una vez evalúen la situación. De ahí a pensar que el Madrid jugará con diez parece una exageración.
¿Acaso tiene sustituto Haaland? ¿Y Lewandowski? Por eso me pregunto por qué genera tanta controversia el diseño de una línea de ataque donde parece ser que un tal Julián Álvarez o Memphis Depay le dan sopas a un tal Rodrygo Goes o al revivido Hazard.

Desde las 7 de la mañana, Raúl Varela te desgrana toda la actualidad del deporte con La Tribu como plato estrella desde las 8.30.  Información, debate, análisis y entrevistas en Radio MARCA

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