Vinicius lo ha conseguido. Ha puesto firme a Marlaska, que ordenó las detenciones de algunos ultras que llevaban identificados semanas y que no eran castigados. Ha puesto firme a Clos Gómez y por ende a Medina Cantalejo, que le ha entregado en bandeja de oro las cabezas de varios árbitros VAR que no estaban al nivel. Siguió con Rubiales y Tebas, que han tenido que comer mucho orgullo para ponerse de acuerdo y lanzar una campaña contra el racismo. Lo último fue que le levantaran la sanción por el manotazo a Hugo Duro saltándose el Comité, todas las líneas rojas que no se habían ni planteado. Ahora, se puede rebobinar, re-arbitrar e incluso dudar de la honorabilidad del árbitro que dirige la jugada.

Esto, casi todo justo en mayúsculas, se lo tenemos que agradecer a la valentía del jugador, que le ha echado dos bemoles al asunto y que seguro, ayudará a cambiar las cosas. Y a que tú, oyente, abras los ojos, que sepas como funciona este negocio.

Resulta que los ultras que ayer, de casualidad, detienen en plena ola mediática, llevaban localizados semanas. Que después de que nos contaran una y mil veces que un ACTA arbitral era ley, ahora no es así, es mentira. Que Tebas y Rubiales se llevan mal hasta cuando les ponen la cara colorada y entonces, se pueden llevar bien. Que se pueden cerrar gradas... Mestalla si. Pero Cornellá, donde los jugadores del Barça salieron por patas, no. Es ley... pero selectiva. 

Vinicius nos ha quitado la careta. Gracias por ayudar a cambiar el fútbol, por señalar a los racistas, por echarlos de los campos y ponerles la cara colorada. Pero también gracias por descubrir que los que mandan son lo que parecen, que lo dirigen todo a golpe de tweet.

Vinicius lo ha conseguido. Ha puesto firme a Marlaska, que ordenó las detenciones de algunos ultras que llevaban identificados semanas y que no eran castigados. Ha puesto firme a Clos Gómez y por ende a Medina Cantalejo, que le ha entregado en bandeja de oro las cabezas de varios árbitros VAR que no estaban al nivel. Siguió con Rubiales y Tebas, que han tenido que comer mucho orgullo para ponerse de acuerdo y lanzar una campaña contra el racismo. Lo último fue que le levantaran la sanción por el manotazo a Hugo Duro saltándose el Comité, todas las líneas rojas que no se habían ni planteado. Ahora, se puede rebobinar, re-arbitrar e incluso dudar de la honorabilidad del árbitro que dirige la jugada.
Esto, casi todo justo en mayúsculas, se lo tenemos que agradecer a la valentía del jugador, que le ha echado dos bemoles al asunto y que seguro, ayudará a cambiar las cosas. Y a que tú, oyente, abras los ojos, que sepas como funciona este negocio.
Resulta que los ultras que ayer, de casualidad, detienen en plena ola mediática, llevaban localizados semanas. Que después de que nos contaran una y mil veces que un ACTA arbitral era ley, ahora no es así, es mentira. Que Tebas y Rubiales se llevan mal hasta cuando les ponen la cara colorada y entonces, se pueden llevar bien. Que se pueden cerrar gradas... Mestalla si. Pero Cornellá, donde los jugadores del Barça salieron por patas, no. Es ley... pero selectiva. 
Vinicius nos ha quitado la careta. Gracias por ayudar a cambiar el fútbol, por señalar a los racistas, por echarlos de los campos y ponerles la cara colorada. Pero también gracias por descubrir que los que mandan son lo que parecen, que lo dirigen todo a golpe de tweet.

Desde las 7 de la mañana, Raúl Varela te desgrana toda la actualidad del deporte con La Tribu como plato estrella desde las 8.30.  Información, debate, análisis y entrevistas en Radio MARCA

Desde las 7 de la mañana, Raúl Varela te desgrana toda la actualidad del deporte con La Tribu como plato estrella desde las 8.30.  Información, debate, análisis y entrevistas en Radio MARCA

Advertisement